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Estigmatización

Criminalización

Violencia Sexual

Asesinatos

Estigmatización

En contextos de conflictos sociales por actividades extractivas hay estigmatización de las defensoras a través de campañas de difamación, que buscan exacerbar estereotipos femeninos creados por el patriarcado para descalificarlas. Estos se propagan a través de la prensa y medios de comunicación y resultan de una maquinación entre las empresas y el propio Estado, en su afán de difamar a lideresas de la lucha ambiental y desmovilizar a sus organizaciones. Vale señalar que el componente sexual es altamente utilizado en estas campañas de desprestigio contra las mujeres que defienden derechos.

Estas campañas de difamación y estigmatización terminan socavando y desgastando a las mujeres defensoras debido a procesos traumáticos, así como la subalternización de sus demandas.

Mirtha Vásquez

Mirtha Vásquez, abogada peruana de la región de Cajamarca, asumió, a lo largo de varios años, la defensa de los Derechos Humanos y territoriales de gran cantidad de personas afectadas por la actividad minera. Su labor la llevó a ser víctima de campañas de odio y estrategias de estigmatización desde la sociedad, el Estado y los medios de comunicación.

Criminalización

Las mujeres que participan en movilizaciones de protesta frente a las políticas económicas extractivistas de los gobiernos latinoamericanos, sufren procesos de criminalización que profundizan su condición de desigualdad.

Una estrategia de criminalización es la represión, adecuando el instrumento policial, militar y jurídico, que habilita la represión policial y/o militar directa, la persecución selectiva de lideresas y la creación de marcos normativos que sancionan la protesta pública como delito asociado a los desórdenes públicos, que permite detener y condenar a las activistas sociales y hasta torturarlas o asesinarlas, comparándolas con delincuentes y/o terroristas. Esto provoca que dichas defensoras enfrenten denuncias y procesos judiciales injustos.

Se trata de estrategias represoras y desmovilizadoras de las que resulta difícil defenderse, sin invertir innumerables recursos que estas mujeres no necesariamente tienen.

Emperatriz Bolaños

La lideresa ambiental Emperatriz Bolaños fue criminalizada a 36 años de prisión efectiva a raíz de su defensa frente al proyecto minero Conga de la empresa minera Yanacocha en Cajamarca, Perú. Fue acusada, junto con 16 compañeros y compañeras, de delitos nunca cometidos.

Violencia Sexual

Se presenta como un continuum de la violencia de género que se exacerba en contextos de actividades extractivas. Esta se ejerce por parte de actores públicos y privados: seguridad privada de empresas, grupos militares y paramilitares y policía.

En conflictos sociales por actividades extractivas, las mujeres están expuestas a sufrir vejámenes sexuales durante los procesos de represión y detención policial, sufriendo tocamientos, acoso, agresiones verbales con contenido sexual, seguimientos y violaciones. En estos contextos las mujeres son colocadas en situación de mayor vulnerabilidad ante las problemáticas de comercio sexual, trata de personas, trabajo forzoso y trabajo infantil que se generan en dichos contextos.

Sara Catalán

Sara Catalan, defensora ambiental guatemalteca del colectivo Resistencia Pacífica La Puya, desarrolla con las mujeres de su municipio una lucha no-violenta contra el proyecto de oro “El Tambor”. A pesar de haber sido víctimas de violencias físicas y sexuales, las mujeres de ese colectivo siguen clamando justicia a los actos de violencia de los Derechos Humanos con el pacifismo.

Asesinatos

Las feminicidios son el caso más extremo de la violencia física que se ejerce sobre las defensoras para neutralizar su labor y desmovilizar a las organizaciones. Los feminicidios son ejercidos, tanto por los Estados mediante las políticas represivas a través de las fuerzas de seguridad, como por las empresas privadas, en un contexto de total impunidad y complicidad.

En el año 2017, Front Line Defenders recibió información sobre el asesinato de 312 defensores/as en 27 países, el 67% defendía la tierra, los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente, casi siempre en el contexto de actividades de megaproyectos, industrias extractivas y grandes empresas. Según el Registro Mesoamericano de Agresiones a Defensoras de Derechos Humanos, entre 2012 y 2014 las defensoras de la tierra, el territorio y los recursos naturales fueron el grupo de defensoras de derechos humanos más agredido, sufriendo 525 ataques, que representan 31% de un total de 1688 agresiones a las mujeres defensoras.

Vidalina Morales

Vidalina Morales, directora de la asociación ADES y defensora ambiental, atesta de los asesinatos de sus compañeras y compañeros durante los conflictos en el departamento de Cabañas generado con la llegada de la empresa Pacific Rim. El Salvador es uno de los países con tasas más altas de femicidios en conflictos socioambientales.
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